sábado, 10 de mayo de 2008

Amigo mío



Amigo mío

Dime por qué te has ido amigo
dejando el tiempo triste y frío.
Quiero olvidarte y no consigo,
dime por qué, amigo mío.

De tus angustias fui testigo,
de tus esfuerzos, de tu brío,
al enfrentarte a tu enemigo,
y ahora no estás, amigo mío.

Cómo es posible, yo me intrigo,
que estas palabras que te envío,
aunque a escucharlas yo te obligo
no hallan respuesta, amigo mío.

Tal vez hablando yo mitigo
en algo el lúgubre vacío
de no encontrarme ya contigo,
pues te has marchado, amigo mío.

No se si es malo esto que digo,
si es imposible lo que ansío,
es el deseo que yo abrigo
volver a verte, amigo mío.

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