Antes de ayer
no había nada,
ni el sol salía
ni se ocultaba.
No se encontraban
en sus lugares
ni las orillas
ni aun los mares.
No había montes
ni había valles.
No había ciudades
ni había calles
Antes de ayer
todo era oscuro.
No existía santo,
tampoco impuro.
El raudo tiempo
aún no corría,
tampoco fresca
la lluvia caía.
Todo era frío,
sin sentimiento.
Todo era inerte,
sin movimiento
Antes de ayer
yo todavía
de tu existencia
nada sabía.
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