miércoles, 2 de febrero de 2011

Mi voz un Eco



Mi voz un Eco

Mi voz se vuelve en pecho hueco, eco
que mis entrañas estremece, mece
y hace que en Dios yo me interese, rece,
aunque no sé si así no peco o peco.

Pues en verdad cuando me obceco seco
en un empeño que en mis trece crece,
no me convencen de que en ese cese
y al que lo intenta yo le impreco ¡breco!

Y es que las aguas de este frío río,
que es nuestra vida cuando acaba, cava
hondo su lecho y el vacío ansío

por no vivir en este hastío tío
que, en mi camino, tanta grava agrava
y me despoja de mi umbrío brío.